Médicos acentúan la cirugía de manga gástrica en el combate a la obesidad
Asociacion Hispana de Profesionales de la Salud Inc NY.
Over 23 Years.
Recopilacion : Ignacio Peña.
La AHPSI cerró su ciclo de conferencias 2012 con una exposición acerca la manga gástrica como cirugía para combatir la obesidad, a cargo de los doctores Rafael Collado y Erick Salcedo.
En su abordaje, que titularon “Manga gástrica en la conducta quirúrgica de la obesidad”, los galenos hicieron un perfil de la enfermedad, explicaron el procedimiento quirúrgico y compartieron en forma detallada los resultados de un estudio basado en 43 pacientes que utilizaron este procedimiento en el centro de salud Padre Fantino, ubicado en La Vega, República Dominicana.
En Estados Unidos, la obesidad es la causa de más de 300,000 muertes cada año y junto al tabaco, la primera causa de decesos, ocupa el segundo lugar en la lista de factores prevenibles responsables del aumento vertiginoso del costo de la atención médica.
Con un tercio de su población de unos 308 millones lidiando con este mal, Estados Unidos ha visto un crecimiento de 35 por ciento en años recientes, mientras la tasa europea registró un incremento de un 20 por ciento.
“Es un problema muy destacado del sector salud”, dijo el doctor Collado, indicando asimismo que esta enfermedad crónica aparece asociada a la diabetes mellitus, hipertensión arterial, osteoporosis, apnea del sueño y otras patologías.
Sus numerosos efectos, incapacitantes algunos, y su reducción de la calidad de vida han generado varios tratamientos alternativos dirigidos a su cura, pero según el doctor Collado, “la única eficaz a largo plazo es la cirugía”.
En conjunto, los demás tratamientos, incluyendo las dietas, modificaciones en el estilo de vida, actividad física, terapia conductual y el uso de fármacos, apenas consiguen, a mediano plazo, una reducción del 10 por ciento del peso.
La terapia médica, el más radical dentro de este grupo, ha demostrado limitado éxito a corto plazo. A largo plazo, señaló, su mejoría se considera inexistente en razón de que la gran mayoría de estos pacientes vuelven a recuperar peso en un término de 5 años.
El doctor Collado describió dos procedimientos, hoy en proceso de relegación, que precedieron al de la manga gástrica, ambos dentro de antiguos criterios vinculados al tamaño del índice de masa corporal y que responden a procedimientos quirúrgicos que eliminan el uso de fármacos. Uno de ellos, el galón gástrico, solo se utilizaba hasta un IMC de 35, pero su naturaleza era provisional, con un promedio de tiempo de 6 meses.
En el caso de la banda gástrica ajustable, hasta hace unos 5 años visto como la solución al problema de la obesidad, la intervención quirúrgica produce patológicamente una acalacia, pequeño reservorio que recoge lo que el paciente va a procesar como alimento.
El éxito de este procedimiento, explicó, descasa en la graduación o ajuste hacia arriba cada cierto tiempo a fin de ir produciendo una mayor restricción en el uso de alimentos.
A diferencia de esos procedimientos, la manga gástrica, desarrollada por el doctor Michael Gardner a partir de 1999, es una cirugía también restrictiva pero en la cual se extirpa entre el 70-80% del estómago, convirtiéndose éste en una especie de remanente gástrico en forma de tubo o manga.
Aunque se trata de una reducción drástica del tamaño del estómago, el doctor Collado dijo que el procedimiento garantiza que el órgano, aun reducido, continúe desarrollando todas sus funciones, y tampoco se producen derivaciones o reconexiones relacionadas con el tracto gastrointestinal.
Con su estómago así reducido, el paciente dispondrá de un 50% menos de la producción de grelina, hormona responsable de la estimulación del apetito y, por tanto, de la producción de la sensación de hambre.
Al cierre, los galenos presentaron los resultados de una investigación de tesis que evaluó la efectividad de la cirugía de manga gástrica laparoscópica, utilizando el BAROS (Análisis Bariátrico y Sistema de Reportaje de Resultados).
El cuestionario BAROS se basa en ítems que examinan la calidad de vida y la propia percepción del paciente, a partir de mediciones de cinco parámetros que se refieren a la autoestima, y a las actividades física, social, laboral y sexual.
El estudio, cuya muestra tuvo un 67% de pacientes femeninos, cubrió el período agosto 2011 a agosto 2012, excluyendo a pacientes recién intervenidos.
Entre los 43 pacientes que integraron la muestra estudiada, 14 tenían un índice de masa corporal que los califica dentro del tipo mórbido, debido a un exceso de peso por encima de 40 kilogramos por metros cuadrados.
Otros 14 pacientes fueron agrupados dentro de la obesidad tipo 2, y por lo menos 6 iniciaron el tratamiento con la obesidad tipo 1.
Entre las ‘comorbilidades’ de mayor frecuencia, las cuales no aparecieron en un 30% de los participantes, figuraron la hipertensión arterial, la apnea del sueño y el asma.
Según el doctor Salcedo, la mayoría de los pacientes (más del 75%) perdieron entre 50 a 75 por ciento de su exceso de peso, lo cual confirma los hallazgos de investigaciones similares realizadas en otros países.
Algunas complicaciones halladas incluyen un caso de fístula, uno de sangrado gastrointestinal, ocurrido cuatro días después de la operación, y otro de gastritis erosiva, todos finalmente manejados con éxito.
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