A pesar de que yo no he sido un residente permanente en Dominican Republic (DR) por los últimos 37 años, yo he viajado con relativa frecuencia y he tratado de mantenerme  al tanto de las condiciones y cambios que ocurren en Santo Domingo; es muy claro que yo no vivido de una manera directa los cambios de la sociedad dominicana.

Para mi sorpresa, eso no había sido tan evidente como lo fue durante mi mas reciente visita, la cual coincidió con el tiempo de la conferencia anual de la Sociedad Dominicana de Neurología y Neurocirugía, el Pasado Mayo 31& Junio 1, 2, 2018

 Yo fui a Santo Domingo para tener una pequeña participación en la parte de neurología y presentar mi idea sobre la posibilidad de contribuir a mejorar el tratamiento agudo de los pacientes afectados con accidentes cerebro vasculares, de manera a disminuir la discapacidad que puede resultar después de un ACV.

Los datos recogidos por la Organización Mundial de la Salud reflejan que en DR la expectancion de vida a aumentado a unos 73 a 75 anos.

El pais esta gastando unos 2000 a 2500 dólares por ano y por habitante en cuidado medico, sin embargo no han habido cambios significativos en cuanto al cuidado de las personas afectadas de un ACV y ademas, la calidad de el cuidado medico que se puede recibir depende de el lugar y la distancia donde se encuentre la victima al momento de sufrir un episodio, no solo de un ACV, pero también de un infarto cardiaco.

Mi plan y la contribución que yo puedo facilitar, es de servir de puente de enlace entre una institución norte americana, y una institución de servicio publico dominicana que puede servir de soporte y modelo usando la tecnología moderna con tele medicina para conectar lo mejor que tiene DR, con una entidad académica que puede ayudar a mejorar el cuidado agudo y a la prevención de el ACV, sin anadir ningún costo adicional, al país ni al paciente.

Como humano que soy, debo aclarar que mi plan no incluye ningún beneficio personal mío ni de nadie aquí o en DR. si, no que yo siento tener una deuda moral y personal que quiero excomulgar con la sociedad dominicana y con todo y cada uno de mis profesores, en la escuela de medicina de mi época en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, en particular a mis maestros de Neuro ciencias de los cuales yo cuento como el mas prominente a mi amigo y profesor fallecido Mario Tolentino Dipp seguido de cerca por Santoni, senior, Diogenes Santos Viloria, Raul Cosme Devraux y a todos los grandes maestros de la escuela dominicana de medicina los me dieron una oportunidad de tener una educación medica de calidad.

Los humanos tenemos la tendencia natural de no darle valor de las cosas hasta que no nos encontramos en su ausencia, y yo no soy una excepción a esa regla.

Hoy yo puedo decir, y sin dudas reconocer que la calidad de la medicina que se enseñaba en mi época en DR no tenia nada que envidiar a ninguna otra escuela de medicina, aun mas, yo acabo de ser testigo de que el nivel de conocimiento que existe en las neuro ciencias sigue y compite con cualquiera otra sociedad de mayor nivel económico que el de nuestro país, sin embargo, me parece que los conocimientos que se tienen en DR, en algunos casos no son bien reflejados con la practica, quizás debido a la estructura socio económica de el pais porque el nivel de estructuras y servicios tiene áreas de deficiencia que se pueden mejorar para hacer que haya mas paridad de servicios y recursos.

La mortalidad de los infartos cardiacos y cerebrales se puede mejorar haciendo un mejor uso de los recursos que tenemos, lo que puede resultar en mejor tratamiento de un episodio agudo y mejor prevención al mismo tiempo que se mejora la carga social y familiar que resulta de la incapacidad física y económica.

Si organizamos un sistema medico de emergencia que cubra el pais, como se ha comenzado hacer con el sistema 911, creamos y educamos técnicos de emergencias medicas que responda de manera rápida, se puede lograr que los eventos vasculares sean diagnosticados y tratados de manera mas efectiva.

Al mismo tiempo, y como resultado, se disminuye la incapacidad de el paciente y el costo a la familia y la sociedad.

Para eso necesitamos, tomografía y laboratorios disponibles 24 horas al día, residentes y neurólogos trabajando juntos con los neuro cirujanos y los médicos de rehabilitación física.

El costo de Alteplase es caro, pero es mas barato que el costo creado a la sociedad cuando una persona joven muere o pierde la capacidad de ser productivo para su familia y la sociedad.

Mejor aun, la prevención cuesta menos que la curación. Por ejemplo, no cuesta nada dejar de fumar o tomar alcohol en exceso. No cuesta nada caminar, comer menos, evitar exceso de grasa, dormir bien y cuidar su cuerpo. Claro que tomar sus medicamentos y ver al medico primario requiere el esfuerzo y la decisión de querer cuidarse y amarse a si mismo.

Nosotros los médicos podemos ayudar pero no podemos obligar a nadie a tratarse bien a el o ella mismo.

Debo aclarar, que yo soy el resultado y producto directo de lo que en mi niñez era la educación publica dominicana porque yo fui a la escuela y la universidad que representaban al estado y la  sociedad dominicana por lo cual con humildad estoy ofreciendo estas sugerencias, reconociendo que los que están viviendo la realidad actual de el pais pueden y deben ayudarme a hacer que mi propuesta se corresponda con posibilidades reales que existen en DR.

Carlos A Williams, MD

Graduado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo,[UASD]

La mas antigua de las Américas.